El pasado día 8 de noviembre la «Asociación de Antiguos Alumnos» convocó a sus asociados, amigos y simpatizantes a una Eucaristía con ocasión de la fiesta litúrgica de los “Beatos Mártires Españoles del siglo XX”, que se celebraba dos días antes; entre esos Hermanos mártires se encuentra el H. Mariano Pablo, antiguo alumno del Colegio y, desde el pasado mes de enero, copatrono de nuestra Asociación, por decisión de la Asamblea General.
Con ese motivo, la Junta Directiva encargó al conocido pintor D. Miguel Ángel Soria, un retrato del Beato que pudiera colocarse en la Capilla del Colegio, de modo que su figura no pasase desapercibida en el Centro. Dicho cuadro ha sido colocado en un lateral de la capilla, junto con dos nuevas vidrieras que se han encargado para la ocasión.
La celebración litúrgica estuvo presidida por el Sr. Arzobispo de Valladolid, Don Ricardo Blázquez, y el párroco de San Ildefonso, donde fue bautizado el Beato, y asistieron los HH. Visitadores Jesús Miguel Zamora y Andrés Corcuera, así como un buen número de Hermanos, profesores del colegio, antiguos alumnos Bcon la Junta Directiva de la Asociación al completoB, e incluso algunos familiares del H. Mariano Pablo. La coral “Animus vocal” acompañó la liturgia con una acertada selección de cantos.
Al comienzo de la Eucaristía nuestro presidente, Ángel Mª de Pablos, dio la bienvenida a los asistentes y explicó los motivos por los que se pidió al pintor un retrato del Beato, al ser nombrado co-patrono de la Asociación junto a San Juan Bautista de La Salle. Y una vez finalizada, otro antiguo alumno, el historiador D. Javier Burrieza, glosó algunos datos de la vida del H. Mariano Pablo, que fue martirizado con el grupo de Hermanos de Griñón en 1936.
Por último, y ya en la parte posterior de la capilla, el Sr. Arzobispo procedió a la bendición del cuadro, elaborado con la técnica de la sanguina en un tamaño de 50 x 65 cm., y que reproduce la imagen del Hermano Mariano Pablo con la fachada del Colegio que él conoció durante los años de su escolarización, entre 1925 y 1929. Para resaltar el espacio, además, se han colocado dos vidrieras, con las leyendas “Signum fidei” e “Indivisa manent”, elaboradas por los talleres “Barrios” de Burgos, y se situó una reliquia del Hermano, cedida por el H. Visitador del Sector de Madrid.
Con este acto desde la Asociación hemos querido homenajear a uno de nuestros compañeros más relevantes, y reconocer el testimonio de su vida entregada, de modo que se convierta, de ahora en adelante, en un modelo a seguir para los actuales y futuros alumnos del Colegio. Y que, parafraseando la cita de Tertuliano, “la sangre de los mártires siga siendo semilla de nuevos cristianos”.